En nuestra sociedad, la electricidad presenta un riesgo intangible, pero está presente en la mayor parte de las actividades humanas.
Su uso generalizado y la propia costumbre hacen que nos comportemos como si no representara ningún peligro. Aunque los accidentes producidos por el uso de la electricidad no son tan frecuentes, cuando estos ocurren (electrocuciones, incendios y explosiones) suelen ser muy graves.
Se estima que la causa de los incendios se debe a las malas condiciones de seguridad que presenta un sistema eléctrico, sin embargo, existe la posibilidad de poder controlar el riesgo en las instalaciones eléctricas.